Se llama Annam Alí, pero todos le conocen como Alí ‘el cojo’ porque nació sin una pierna.
Su afán de superación y su trato hacia los visitantes, como si fueran de su propia familia, le convirtieron en el mejor guía bereber de cuantos habitan en la zona.
En 1997 decidió dar un salto de gigante con su única pierna, con la que conduce vehículos como si fuera un piloto de rally y construyó el albergue “Atlas du Sable”, un edificio de adobe modesto, pero con todas las comodidades que puede esperar el viajero: habitaciones con baño completo, piscina, restaurante.
Con una maravillosa vista panorámica de las dunas de Erg Chebbi, en Merzouga, es una etapa imprescindible para todo aquel que quiera descubrir el auténtico desierto.
La «casbah» dispone de 40 habitaciones de estilo bereber con cuarto de baño privado así como 6 pequeñas suites con dos camas grandes, lavabo de mármol fosilizado, salón marroquí, chimenea y aire acondicionado.